Y percibo que esta forma de sentir provoca en mi organismo reacciones antitéticas, se convierte en una sacudida epidérmica ocasionada desde el interior, parecido a un terremoto. Y confieso que no sé ser de otra manera, que me arrugo cuando llueve como una pasa y amanezco tras la tempestad, cual heroína de mi misma, al fin y al cabo, lo que necesito es dormir un par de horas, ya sabes, la vida es todo lo demás.
miércoles, 8 de marzo de 2017
Hay noches que carezco de homeostasis...
Hay noches que carezco de homeostasis, no hace
falta que preguntes con la mirada, ya te comunico que lo que me falta es equilibrio
interior, que poseo una tenue verosimilitud de los hechos, y que no soy
objetiva, al menos esta noche. Adolezco de sensibilidad, de sangrar por heridas
cerradas, de cicatrizar sin incisión previa, de amar sin anestesia.
Y percibo que esta forma de sentir provoca en mi organismo reacciones antitéticas, se convierte en una sacudida epidérmica ocasionada desde el interior, parecido a un terremoto. Y confieso que no sé ser de otra manera, que me arrugo cuando llueve como una pasa y amanezco tras la tempestad, cual heroína de mi misma, al fin y al cabo, lo que necesito es dormir un par de horas, ya sabes, la vida es todo lo demás.
Y percibo que esta forma de sentir provoca en mi organismo reacciones antitéticas, se convierte en una sacudida epidérmica ocasionada desde el interior, parecido a un terremoto. Y confieso que no sé ser de otra manera, que me arrugo cuando llueve como una pasa y amanezco tras la tempestad, cual heroína de mi misma, al fin y al cabo, lo que necesito es dormir un par de horas, ya sabes, la vida es todo lo demás.
Etiquetas:
anestesia,
cicatriz,
epidérmica,
equilibrio,
heroína,
homeostasis,
Latoya Lewis,
microrrelatos,
música,
Noche
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario