jueves, 30 de abril de 2015

My love....




Espero que sepas como llegar a mi cama. No necesitas un plano de coordenadas, ni brújula, estoy al principio de tu vida, la que dejaste aparcada una mañana frente al Teide, querías compartir un leche y leche y yo te comenté que desayunaba desnuda.

Para una noche no precisas mapas, para dos quizás sí. No es cuestión de permitirte adentrarte en mi vida fácilmente, tendrás que sudar la camiseta y sonreír.

Y para el resto del trayecto, te delineo un esquema de altibajos, de risas, y sobre todo de mi cuerpo para cuando no sepas por qué estás aquí.

sábado, 11 de abril de 2015

Qué difícil


Qué difícil es la primera persona del plural,

qué complicado acomodar los pronombres y darles el lugar perfecto.

Qué complicado es ajustar los tiempos al hablar,

respirar sin sobresaltos,

atenuar en las comas y frenar al punto.

Respetar los pronombres tú y yo como partes de un nosotros,

nunca como entes necesarios para una sentencia.

Esperar que lleguen los modos y con ellos

la subjetividad de las hipótesis,

si yo te hubiera conocido antes

si tú me hubieras descubierto primero

tal vez nosotros seríamos el sujeto de una historia

que comienza junto a un verbo

y finaliza con un signo ortográfico.

Qué arduo es corregir errores,

marcarlos escarlata

y esperar que no vuelvan a repetirse.



jueves, 2 de abril de 2015

Comenzaste la mañana con un suave toque de dígitos...

Comenzaste la mañana con un suave toque de dígitos alrededor de mi ombligo. Miraste el despertador, aún no había sonado. Te acercaste a mi boca disimulando, percibí que llevabas varios minutos observándome desperezarme. Me giré hacia donde estabas y sonreí al tiempo que sonaba el tintineo del reloj. Lo cortaste de un toque y regresaste a mi ombligo, y a mi perenquén, y a la húmeda e inquieta sensualidad que anida en mi cuerpo cuando tú me besas. Y te ofrecí mis manos y mis labios y ese amanecer. Y el amanecer se hizo carne.